La posidonia, tesoro ecológico submarino comparable a los bosques tropicales
Su nombre viene del dios griego del mar, Poseidón, es verde y forma bosques submarinos tan benéficos para el futuro del planeta como los bosques tropicales. ¿Su nombre?: posidonia o "posidonia oceánica" para los científicos.
Endémica del Mediterráneo, esta planta está compuesta de un ramillete de hojas, raíces y rizomas frecuentemente ocultos bajo el suelo y cubre más de un millón de hectáreas, de Chipre a España, según la Red Mediterránea para la Posidonia.
Una cifra mínima sin embargo, pues faltan datos de algunos países, especialmente en las riberas este y sur del Mediterráneo, subraya esta red que reúne científicos, autoridades y defensores del medio ambiente, entre otros.
Aunque algunos solo ven en ella una hierba insignificante en el fondo del agua, los herbarios de la posidonia ofrecen servicios cruciales "a la colectividad de los humanos", subrayaron diez científicos de Francia, Italia y España en un artículo publicado en el diario Le Monde.
"Los herbarios sirven de abrigo, zona de desove y vivero para las especies de peces que frecuentan nuestras costas", añadieron. Una gran cantidad de animales, entre ellos pequeños invertebrados que sirven de alimento a los peces buscados por los pescadores, vive en la posidonia.
También "es un aliado precioso en la lucha contra el calentamiento climático", subraya Arnaud Gauffier, director de programas para el Fundo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Francia. Gracias a los rizomas, los herbarios funcionan como pozos de almacenamiento de carbono.
Contribuyen también a romper las olas preservando el litoral de la erosión. E incluso en las playas contribuyen a la protección de las costas.
"Desgraciadamente es un ecosistema muy desconocido y a veces la gente piensa que se trata de hierbas muertas que cubren la playa e impiden bañarse", dice Gauffier.
En el Mediterráneo, están cada vez más amenazadas. En el litoral francés usado por los grandes yates, más de 7.500 hectáreas fueron degradadas, según cifras oficiales.
"La primera causa de esos daños es en la actualidad el amarradero, cuando un barco lanza el ancla que golpeará luego el fondo con un efecto devastador (…) y también cuando retiran el ancla", dice Thibault Lavernhe, portavoz de la prefectura marítima del Mediterráneo.
La posidonia solo se recupera lentamente, unos cuantos centímetros por año a lo máximo.
Frente a este problema, Francia prohibió el amarradero de barcos de más de 24 metros en algunas zonas sensibles. Las Baleares lo hicieron desde 2018 y hacen controles con regularidad.
Estas islas españolas son "un ejemplo" de preservación, con sesiones de sensibilización en las escuelas, señala WWF, e incluso un festival de posidonia en Formentera. (AFP)